martes, 8 de junio de 2010

Taller de redacción 1º ESO III

LA CARTA PERSONAL

1.
Huelva, 5 de mayo de 2010
Querida María:
Todos estamos hospedados en el hotel. Vamos tres en cada habitación, solo faltas tú. Siento mucho que no puedas estar aquí. Sé que te encantaría París, pero tu salud es lo primero y me alegro de que estés totalmente recuperada.
Al llegar los profes nos hicimos fotos en el aeropuerto. Después cogimos las maletas y fuimos al hotel. Todos nos quedamos boquiabiertos por cómo era la ciudad. El metro cansaba mucho y pensábamos que se nos caerían las piernas.
Queremos darte las gracias por acompañarnos al aeropuerto. El avión era increíble, como en las películas de acción “hollywoodienses”. La Torre Eiffel es gigantesca, te sorprendes en persona más que en postales. El río Sena es muy largo y fuimos a hacer una visita turística por él en barco. Nos decían la historia de los monumentos que se veían alrededor por un teléfono. Cada tecla tenía un idioma distinto.
Muchos besos de parte de todos y no te preocupes, ya verás como vendrás algún día
De tu amigo Víctor.
Víctor Cardeñas Onieva. 1ºA


2.
San Juan del Puerto, 16 de mayo de 2010
Querida María:
El día 13 de septiembre fue el día más feliz de mi vida. Es una pena que tú no estuviese, te preguntarás por qué fue el día más feliz de mi vida, bueno, pues porque nació mi sobrino. Se llama José Manuel. Ahora tiene un año y medio.
María, espero que este verano vengas a mi casa para que veas a José Manuel. Ya desde los nueve meses anda, claro que es por su tía Ana, por quién va a aprender a andar si no es por mí.
Aunque también quiero que vengas para verte, porque como vives en Ceuta, nunca nos vemos, solo en el verano y en el campo de tita Loli, bueno, el campo de tu abuelo. Además, este año viene nuestra amiga Nerea, y tita Loli va a comprar una piscina grande para nosotras.
Me alegro de que ya no tengas las gafas. No sé cómo agradecerte que me hubieras enviado esa carta tan bonita, aunque al principio no sabía si era tuya.
Saludos de tu querida prima Ana
Ana Betanzos Domínguez 1ºC

3.
San Juan del Puerto, 17 de mayo de 2010
Queridos tíos:
Antes de todo os deseo que estéis muy bien y después felicitaros porque ya me he enterado de que voy a ser primo y ustedes padres de dos niñas mellizas. Me puse muy contento cuando mi abuela me lo dijo y estoy deseando que nazcan para verlas.
Como ya os dije, he estado de vacaciones en Madrid y me lo he pasado muy bien. Me ha gustado mucho la capital y sobre todo el Museo del Prado, que me pareció fantástico. También la Gran Vía, ya que allí se encuentran grandes edificios y teatros muy importantes. Como sabéis también estuve en el musical de “La Bella y la Bestia”. Lo volvería a ver diez veces más.
Bueno, no sé cómo agradeceros el regalo que me habéis hecho por mis notas, y me gustaría mucho que estuvierais aquí para decíroslo personalmente, pero ya nos veremos pronto. Me gustaría organizar una fiesta con toda la familia y amigos cercanos para mi cumpleaños.
Me despido con un fuerte abrazo.
Vuestro sobrino Manuel Mendo.
Manuel Mendo Toro. 1ºC

4.
Huelva, 7 de mayo de 2010
Querida Marta:
Ayer me lo pasé muy bien contigo, disfrutamos mucho del paisaje del parque: unos niños jugando, un hombre paseando, un atardecer precioso… Lo que quiero decirte es que no voy a poder ir a tu fiesta de cumpleaños porque ese mismo día se casa mi hermano. Pero aunque yo no vaya te doy el regalo mañana en el instituto.
Te felicito ya por adelantado, ya que no te veré mañana. Ojalá que te lo pases muy bien en tu fiesta de cumpleaños con todos tus amigos. Ya nos veremos otro día.
Saludos de tu amiga Aida.
Aida Serrano Romero. 1ºA

5.
San Juan del Puerto, 7 de mayo de 2010
Querida Marina:
El otro día estaba yo en mi casa aburrida y decidí coger el ordenador, pero me aburrí aún más, y de repente suena el teléfono. Mi abuela Antonia me llamaba: “¡Rocío, el teléfono!”.
Yo lo cogí y era mi tata Cari. Me dijo: “Rocío, te voy a decir una cosa, pero no se lo digas a nadie, pero a nadie, nadie”. Yo, preocupada e impaciente, le dije que no. Me dijo: “¡Estoy embarazada!”.
Yo de alegría me puse a llorar. Al cabo de nueve meses María, la niña, ha nacido, el 12 de enero de 2010. Ahora tiene cuatro meses y… ¡está más bonita…!
Marina, este fue el día más feliz de mi vida y ya mismo está andando.
Saludos de tu alumna Rocío Martín.
Besos.
Rocío Martín Minchón. 1ºC

6.
San Juan del Puerto, 7 de mayo de 2010
Querido Israel:
Mi primer viaje fue a Madrid, el 8 de marzo de 2004. Fui a casa de mis tíos. Todos los días que estuve allí me lo pasé muy bien. Estuve en distintos lugares.
Fui al museo de cera. Como yo era pequeño, me daban miedo ciertas figuras de cera como la de Frankestein… Pero también había figuras de cera que me asombraron: ver la altura de Pau Gasol, o ver el coche de Fernando Alonso, entre otros.
También fui a la pista de patinaje que estaba en el Retiro. Estaba llena de gente, pero eso es lo que a mí me gusta. Mi madre me dijo que me agarrase a la barandilla, pero no le hice caso, así que estuve más veces en el suelo que patinando. Entonces es cuando empecé a hacerle caso. No sabía patinar muy bien y me caía muchas veces.
Estuve en el Santiago Bernabéu, en el campo del Real Madrid. Aquello era enorme. Mi padre me dijo que allí cabían más de ochenta mil espectadores. Yo aluciné. Arriba del todo estaban las cabinas por donde hablan los comentaristas.
Fuimos a Navacerrada, pero no había nieve. La nieve estaba en el arcén, era muy poca como para divertirnos mi hermana y yo. ¡Esas vacaciones fueron las mejores que he tenido en mi vida!
Un saludo de Carlos.
Carlos Sera Romero. 1ºA

UN LUGAR FAVORITO


1.
El campo es como mi casa. Es donde viendo volar a los pájaros me siento libre como ellos.
Me encanta respirar profundo en el bosque, con sus ríos, lagos y charcos y los árboles con sus frutos y flores.
Me encanta ver los peces en los riachuelos como saltan a la superficie. Son de todos los colores, blancos, grises, verdes, amarillos, etc., como los del arco iris.
También me gustan del campo los distintos tipos de árboles, como los olivos, la vid, las plataneras, las higueras y los arbustos y pinos. Pero lo que más me gusta son los pájaros, como las golondrinas, que se parecen a planeadores; aunque mi pájaros favoritos son los jilgueros, verdones, jamaces, gorriones, pipitas y palomas, que se encuentran en algunos árboles. Pero dormir allí no es lo mismo que dormir en mi cama, calentito, sin mosquitos que me molesten.
Manuel Bendala Moreno. 1ºA

2.
He escogido como lugar favorito el campo de Niebla porque es inmenso. Voy a describirlo.
Voy a comenzar por la entrada, que es un camino muy grande que a su derecha tiene muchos cacharros de hacer gimnasia. También, siguiendo por el camino, encontramos un parque para los niños. En él hay un columpio redondo como un caracol, una pista de patinaje que es grandísima, de hielo, y todos los días van todas las personas que viven en los alrededores.
Por otro lado hay un campo de fútbol, una pista de tenis como un polideportivo.
Por medio de todo el campo hay mesas de cemento para que la gente que vaya a echar el día allí pueda comer. Tienen que preparar allí la comida como unos cocineros, porque hay parrillas para hacer lomitos, hamburguesas, etc.
El campo también tiene muchas bicicletas para prestárselas a la gente que va. Las cogen por los caminos como si fueran ciclistas de verdad.
Para terminar podemos dar un paseo y hacer senderismo.
Eloísa Román Márquez. 1ºA

3.
Mi lugar favorito es el campo. Las nubes en el campo son como azúcar derritiéndose en la boca. Su brisa me da en la cara, suave, y cuando abro la boca esa brisa es como un polo refrescante. La hierba es como una alfombra hecha de pelo, suave, y cuando miro alrededor es como si fuera un inmenso sitio donde nunca se acaba. El ruido que procede de los árboles es como el viento susurrándome en el oído.
A mí me encanta el campo, su hierba, su brisa, sus flores... y, como me lo paso allí. Cada vez que voy me siento en la hierba y es como si me sentara en las nubes frescas y suaves.
Cada vez que mi madre me dice que vamos a ir al campo me pongo muy contenta, porque ir al campo es lo mejor, voy en invierno, y en verano más porque hay piscina.
Rocío Macías Cárdenas. 1ºA

4.
Mi lugar favorito es la playa. Me gusta
porque un día que me llevó mi madre, pegaba el sol
como el fuego sobre la carne en el asador.
Me metí en el agua, que era cristalina
como la sal marina.
Me gustó mucho. Otro día fuimos con mis primos
y me lo pasé divino.
Vamos con mis tíos y primos todos juntos.
Llevamos bocadillos,
refrescos, zumos y batidos.
Nos bañamos un ratito
y cuando salgo acabo con los batidos.
Luego jugamos en la arena
que es tan fina y suave
como la toalla de mi madre.
Nos vamos al atardecer
con un cielo precioso
que tiene mucho que ver.
Las gaviotas aparecen
comiéndose todas la comida
que deja la gente.
Mis primas van detrás de ellas, pero siempre consiguen escapar.
Ahora toca recoger, sacudir todo sin llenar el coche de arena.
Mi madre siempre riñe.
¡Ay, qué cansada estoy de ella!
Cristina de los Santos de la Rosa. 1ºA

5.
Mi lugar favorito es la escuela de música. Allí me dedico a tocar el clarinete y el bajo. Voy los lunes, miércoles, viernes y sábados. Cada vez que subo por las escaleras parece que hay notas musicales volando por allí. Cada vez que suena un piano, un clarinete o cualquier instrumento, un tipo de música, te llega la intriga de saber dónde está y llevarte toda la hora escuchándola, claro, si te gusta la música.
La escuela de música se compone de cinco clases, que se llama: aula magna, normalmente para la banda y el aula rock; aula música y movimiento, para los niños pequeños y clarinete; aula magna 2, para guitarra española, trompa y saxofón; lenguaje musical, para el coro y solfeo; aula magna 3, donde está el piano,…
Mis profesores son: Paco (banda), Ana (piano), Silvia (trompa y guitarra), Neftalí (bajo y guitarra eléctrica), Rubén (clarinete), Felipe (solfeo y trompeta), Carmen (saxofón) y Domingo (batería). Mis profesores favoritos son Rubén y Silvia, porque me ayudan en todo y parece que son mis amigos, aunque Neftalí y los demás también me caen muy bien.
Mis compañeros son: Celeste, que toca el clarinete y la guitarra; Alina, que toca el clarinete, la guitarra y el piano; Rafa, el fliscorno; Juanma, clarinete y guitarra; Ángel, el piano; Lorenzo, el clarinete,… Todos ellos son muy buenos conmigo.
Mis instrumentos son muy interesantes y son de allí, se llama Bichito, que es el clarinete, Rocky, el bajo.
La verdad, allí me lo paso muy bien y sobre todo lo que me gusta es estar con mis compañeros.
Rocío Martín Minchón. 1ºC

jueves, 29 de abril de 2010

Taller de redacción 1º ESO II

OTRA VERSIÓN DEL MITO DE ORFEO Y EURÍDICE

1.
    Orfeo era flautista callejero, pero también tocaba la lira. Orfeo tocaba tan bien que no solo podía amansar a las fieras con su música, sino que además hacía que las rocas y las piedras se movieran de su sitio y lo siguieran.
    Eurídice, la bella esposa de Orfeo, se fue al bosque para estudiar la naturaleza. Ella era estudiante de un instituto y sacaba muy buenas notas. Cuando estaba estudiando las serpientes, pisó una y la mordió. Orfeo fue al bosque a buscarla y amansó a las piedras y animales que encontraba a su alrededor. Llevó en brazos a su bella esposa hasta un hospital.
    Para quitarle el veneno hacia falta mucho dinero. Orfeo estaba triste, pensando que él era pobre y humilde. Pero de tanto pensar se le vino una idea: tocaría con la flauta por las calles y le darían dinero. Y así lo hizo, y cuando reunió todo el dinero fue al hospital.
    Le dijeron que ya era tarde. Él, llorando, dijo que si la podía ver por última vez. Allí estaban los dos, Orfeo miró su carita pálida. Se preguntaba una y otra vez “¿cómo que está muerta?”. La perdió para siempre. Orfeo no volvió a tocar ni la lira, ni la flauta. La vida de Orfeo sin Eurídice no era nada.
María Palacios Camacho. 1ºC

2.
    Además de ser rapero, Orfeo tocaba la lira tan bien que no solo podía amansar a las fieras con su música, sino además hacer que las rocas y las piedras se movieran de su sitio y lo siguieran.
    Un día muy desafortunado su bella esposa Eurídice, como era periodista, quería ir a un lugar en el que se tenía que motar dos o tres veces en el metro. Y, entonces, se perdió. Cuando Orfeo se dio cuenta de que su esposa había desaparecido en el metro fue a buscarla rápidamente y, en medio de la búsqueda, se encontró con el dios del metro, Metrópolis. Orfeo le pidió que por favor lo ayudara a buscar a su esposa, y, como Metrópolis sabía adónde iban todos y cada uno de los metros y quién iba en ellos, pues aceptó a ayudar: los dos buscaron y buscaron sin descanso y al final, por fin, la encontraron.
    Orfeo le dijo a Metrópolis que la llevara a la tierra, pero Metrópolis le puso una condición: que no la mirara hasta que estuviera a salvo bajo el sol.
    Así pues, Orfeo se marchó alegremente tocando y cantando. Eurídice lo siguió, pero Orfeo temió que lo estuvieran engañando y entonces se dio la vuelta y la miró y la perdió para siempre.
Rocío Macías Cárdenas. 1ºA

3.
    Además de ser un guitarrista de un grupo musical, Orfeo tocaba el piano tan bien que no sólo podía hacer callar a los bebés del hospital al que solía ir, sino que podía atraer a todas las chicas de su alrededor.
    Un día muy desafortunado, su bella novia, una estudiante de Secundaria, Eurídice, pisó una serpiente dormida, que al despertarse la mordió. Un muchacho que pasaba por allí vio a la muchacha y la llevó al hospital. Este informó a Orfeo de lo que le había pasado a Eurídice, y en seguida salió a buscarla.
    Orfeo llegó al hospital, pero no encontraba a la joven. Preguntó a todos los médicos, pero no le decían nada. Después de tanto buscarla, la encontró. Un médico le dijo que solo podía entrar a verla si no la tocaba.
    Entró, estuvo hablando con ella, pero no pudo contener las ganas de besarla y su último beso hizo que la pobre muchacha muriera.
Aida Serrano Romero. 1ºA

4.
    Érase una vez en un pueblo muy lejano un joven guitarrista de un grupo. Se llamaba Orfeo. Un día, mientras caminaba se encontró con una chica de tal belleza que se enamoró de ella.
    Orfeo estuvo investigando el nombre de la joven. Se llamaba Eurídice, era una periodista que entrevistaba sobre todo a grupos musicales. A Orfeo se le ocurrió una idea: hacer un concierto y que Eurídice lo entrevistara.
    Al cabo de unos días dio el concierto y, al final, Eurídice lo entrevistó, le hizo una serie de preguntas y cuando se miraron directamente a los ojos, se enamoraron.
    Un día, ya novios, estaban los dos juntos en un prado. La mala suerte hizo que a Eurídice le mordiera una serpiente y se murió. Orfeo no podía soportarlo, así que fue al bosque de los muertos. Llegó al final y el rey Hades le dijo: “Debes pasar por el mismo camino, pero sin mirar ni hablar a Eurídice”. Orfeo aceptó, pero ya a escasos metros del final, Orfeo no pudo resistirse y, mientras se volvía para atrás, gritó: “¡Eurídice, te he echado de menos!”. No cumplió la promesa y el rey Hades se llevó a Eurídice para siempre.
Julián Díaz Pozo. 1ºC

5.
    Orfeo era el guitarrista de un grupo de rock llamado “Monkeys”. Era muy famoso, porque aparte de tocar la guitarra, cantaba en directo y su voz era impresionante. Tenía una novia llamada Eurídice, una joven periodista, la única persona que sabía que Orfeo no era un chico normal, sino un héroe que poseía un libro de hechizos.
    Eurídice emprendió un viaje a un bosque situado en la ladera de una montaña con sus amigas. Lo que empezó siendo una ilusión terminó con un triste final. Eurídice fue a buscar leña y al coger un trozo salieron escorpiones venenosos. Eurídice tiró la madera y observó que en su hombro había un escorpión. Asustada lo cogió y logró quitárselo, pero en el suelo había más y la mordieron.
    Mientras tanto, Orfeo estaba en casa practicando hechizos. Cuando el teléfono sonó dejó el libro y contestó. Le dieron la noticia. Se quedó estupefacto y se le cayó el teléfono. Cogió el libro y se dirigió al hospital.
    Los médicos le dijeron que no había esperanzas y que Eurídice se moriría envenenada. Orfeo marchó al mundo de los muertos, hechizó a Cerbero con su libro de hechizos, hechizó a Caronte para que lo llevara al otro lado del río de los muertos sin cobrarle nada. Llegó hasta Hades y este le propuso un trato: le devolvería a su novio a la tierra de los vivos si no la miraba a los ojos.
    Orfeo cogió a Eurídice sin mirarla a los ojos y la ayudó a salir de la camilla con poco esfuerzo. Orfeo pensó que quizás sería una trampa y no muy confiado la miró a los ojos. Eurídice se paró de lleno y miró a Orfeo. Al instante se le salieron los ojos y cayeron al suelo. Orfeo la perdió para siempre.
Víctor Cardeñas Onieva. 1ºA

martes, 20 de abril de 2010

jueves, 11 de marzo de 2010