jueves, 4 de marzo de 2010

Taller de redacción 1º ESO

HISTORIA DE AMOR


1.
Había una vez un pueblo completamente deshabitado. Una tarde, en otoño, llegó al pueblo un viajero que se había equivocado de camino. Llamó dubitativamente a la puerta y entonces… salió una joven llamada Lucía que le dijo que le enseñaría el pueblo. Ella lo llevó al cementerio. Él se dio cuenta de que ella llevaba un vestido rojo que estaba mojado y que temblaba de frío.
Andrés, que era todo un caballero, le dejó su chaqueta y se fueron a casa. Andrés, esa misma noche se enamoró de Lucía y parecía que ella le correspondía. Así pasó un tiempo en el que Andrés recogía a Lucía en el mismo sitio, compartían un rato juntos y finalmente Andrés llevaba a Lucía a casa.
Él estaba feliz, por lo cual una noche, decidido, le propuso matrimonio a Lucía. Ella, solo al escucharlo, se puso a llorar y le pidió que la llevara a casa. Andrés pensó que la había sorprendido con su propuesta, por eso la llevó a su casa sin objetar nada. Al día siguiente Lucía no asistió a la cita, por lo cual esa noche no se pudieron ver, pero Andrés pensaba que era normal y que Lucía estaba de acuerdo con la propuesta de matrimonio, y que al otro día se verían. Pero no… Al día siguiente Lucía no apareció, ni al siguiente… Así pasó una semana y Andrés decidió ir hasta la casa de Lucía.
Cuando llegó a la puerta estaba muy nervioso, ya que por alguna razón Lucía no le había querido presentar a sus padres, pero aun así llamó a la puerta. Salió una mujer muy amable y Andrés, decidido, se presentó como el novio de Lucía y le preguntó que si la podía ver.
La señora al escuchar sus palabras se soltó en un llanto inconsolable. Andrés le preguntó qué le pasaba y la señora, casi sin aliento le dijo que Lucía había muerto hacía un año.
Andrés desconcertado le gritaba que no era cierto. La madre decidió llevarlo al cuarto de Lucía. El cuarto estaba tal cual ella lo había dejado y encima de la cama el vestido rojo que todavía estaba mojado.
Encima del vestido había una nota que decía: “No me olvides”.


María Palacios Camacho. 1º ESO C


HISTORIA DE TERROR

1.
Un señor fue a echar un sorteo para un viaje en avión. Fue a recoger el billete de avión que ganó y entonces le dijeron que no había más billetes, pero la señora le dijo: “¿Quiere viajar? Pues aquí tiene una entrada”. Cuando el señor se fue la señora se rió a carcajadas y dijo: “Pobre de él”.
Le había dado un billete muy extraño. Al cabo de un rato largo se montó en el avión. Tenía una pinta escalofriante, era el avión más terrorífico que había visto, pero por dentro parecía normal, excepto que los pasajeros tenían todo el cuerpo tapado y la puerta del piloto tenía un candado gigantesco.
El señor leyó un periódico que daba la noticia de que ese avión se había estrellado hacía tres años. Entonces los viajeros se quitaron la ropa y eran unos esqueletos vivientes. Los esqueletos lo tiraron por la ventanilla y nadie supo nada más de él. Algunos creen que se perdió.


Manuel Bendala Moreno. 1º ESO A


LEYENDAS DE TERROR

1.
Érase una vez una casa abandonada en medio de una llanura desierta. Era un martes por la tarde, cuando iba con mi caballo por aquella llanura. Cuenta la gente que en esa casa habían asesinado a mucha gente y que estaba llena de espíritus.
Me detuve frente a la casa y entré. Amarré el caballo. Sonó una voz extraña de niño chico que decía: “Mamá, mamá, ¿dónde está mi mamá?”. Miré a la derecha y vi una tabla de ouija. Inmediatamente salí corriendo, desaté el caballo y salí galopando hasta llegar a mi campo.
Cuando le dije a mi padre lo de la casa, me contestó que estaba llena de espíritus y que nunca más me acercase a ella.


José Manuel Eruste Salazar. 1º ESO A


2.
“Leyenda de la curva de la carretera”


Cuentan las lenguas que unos amigos fueron de vacaciones a la playa y en la autopista vieron a una chica muy extraña haciendo dedo. Entonces los jóvenes se pensaron si cogerla o no. El conductor al principio no quería porque era extraña, pero le dio pena y la montaron en el coche. Los jóvenes le ofrecieron agua y le preguntaron cuál era su destino. Ella les dijo: “más adelante”. Ellos siguieron siendo amables con ella.
Entonces ella les dijo que aquel era su destino. Los chicos miraron la inscripción que había: “Aquí murió brutalmente en un accidente de tráfico Teresa Fidalgo”. Al lado estaban sus fotos. Los jóvenes se asustaron y ella dijo: “Allí morí yo”.
El coche se estrelló como había sucedido con ella y todos murieron. Bueno, no todos, uno de ellos sigue estando desaparecido.


Víctor Cardeñas Onieva. 1º ESO A




3.
Una noche fría de invierno mi amigo me invitó a pasar la noche en su casa. Cuando terminamos de cenar su padre nos contó esta historia:
Hace muchos años en esta casa vivía un matrimonio muy rico, pero a la vez eran tan tacaños que no ayudaban a nadie y además se creían superiores a los demás.
Un día salieron los dos a pasear al bosque, cuando de repente vieron a lo lejos una vieja casa de la que salía humo de la chimenea. Entraron y se encontraron a una anciana frente al fuego, pero a esta mujer no se le podía ver la cara, pues la tenía tapada con un negro velo. Esta mujer extraña le preguntó: “¿Sabes quién soy?”. El señor contestó que no la había visto jamás y ella respondió: “Pues soy aquella vecina del pueblo que vivía junto a ustedes y un día me negó un trozo de pan, y al poco tiempo falleció por el hambre y la miseria”.
Al escuchar estas palabras el hombre y su esposa cayeron al suelo del susto. Nunca más regresaron.
Yo, al escuchar estas palabras le dije a mi amigo: “Gracias por la cena, pero me voy a dormir a mi casa”.


Manuel Mendo Toro. 1º ESO C



4.
Una noche un hombre iba atravesando por un bosque donde habían ocurrido muchos casos de suicidio. El bosque era tan grande que apenas se encontraban los restos. El hombre iba en coche y con un poco de miedo, ya que conocía la fama que tenía ese bosque.
El hombre notó que había algo en la carretera y cuando estaba ya cerca vio que era una pareja tendida. La chica no se movía, pero el chico estaba haciendo señal pidiendo ayuda.
El hombre bajó del coche y le preguntó: “¿qué os ocurre, en un sitio como este?”. Él contestó: “Vinimos a suicidarnos… Nosotros queríamos casarnos, pero nuestros padres no nos lo permitieron, por eso vinimos aquí, pero estoy arrepentido, por favor, llévanos a algún hospital”.
El hombre llevó al coche a la chica que no se movía y le ayudó al chico a subir. Corrió todo lo que podía hasta llegar a un hospital, mientras oía la voz del chico.
El coche llegó al hospital. “¡Socorro, por favor, hay dos que están muy graves!”. El hombre explicó todo lo que había pasado mientras sacaban a los dos del coche. Parecía que el chico había perdido el conocimiento.
El hombre tuvo que esperar un buen rato hasta que salió el médico que estaba examinando a los dos. “Doctor, ¿cómo están? ¿se salvarán la vida?
-Siéntese. Vamos a ver, según lo que explicó, los encontró en el bosque, ¿verdad?
-Sí. Hará como una hora o un poco más
- Y dice que habló con el chico.
-Sí, la chica no estaba consciente pero el chico me explicó todo lo ocurrido.
-Pero yo le he hecho una autopsia y los dos están, están muertos hace cinco horas.


María Palacios Camacho. 1º ESO C



5.
La candileja aparece en las noches oscuras en forma de tres estrellas de fuego que se desplazan a gran velocidad y que producen un ruido macabro. Generalmente persigue a los padres alcahuetes, a los maridos infieles y a los borrachos.
Dice la leyenda que había una señora que tenía dos nietos a los cuales mimaba mucho. Les daba gusto de todo y les celebraba todas sus picardías. Un día los niños ensillaron a su abuela como a una mula y montaron sobre ella por toda la casa. La abuela falleció y fue condenada a pagar toda su irresponsabilidad en la crianza de sus nietos, viajando por el mundo en forma de tres llamaradas que simbolizan el alma de la abuela y la de sus dos nietos.
Para ahuyentarla las personas deben enfrentarla con machetes y gritándole groserías e insultándola por alcahueta. Generalmente aparece en las casas solitarias o abandonadas, cerca de los ríos crecidos.


Rocío Martín Minchón. 1º ESO C



6.
Una vez en Portugal, el día 24 de febrero de 1989, una pareja iba con su hija y pasaron por una curva peligrosa. De repente tuvieron un accidente en el que murió la niña.
Desde ese día la niña, por las noches, y cuando alguien va solo, distraído, la niña con pinta sangrienta y con la mirada perdida se sienta de copiloto, es decir, al lado del conductor y le dice: “Ten cuidado, en esta curva me maté yo, ten cuidado, ten cuidado”
Algunas personas mueren de la impresión, otras quedan locas para toda su vida, otras se quedan paralizadas y la fuerza de la niña muerta en su interior hace que llegue a un sitio seguro. Bueno, esa es la leyenda de la niña de la curva.


María Clarines Méndez Montero. 1º ESO C


MI ENTRADA AL INSTITUTO

1.
El instituto empezó el día 15 de septiembre. Al entrar por sus puertas me puse muy contenta por ver a todas las personas que quería conocer. Tras varios juegos que realizamos, todos nos conocimos mejor y algunos incluso empezamos a ser buenos amigos.
El instituto es más grande de lo que yo pensaba. Al entrar te encuentras un pasillo y unas escaleras que te llevan a las clases. También hay una pequeña oficina “secretaría”, donde recogemos las fotocopias, solicitudes, etc. También está el salón de actos y la puerta al recreo (patio), un pabellón de deportes (dentro del patio) y una cafetería donde hacen unos bocadillos que ni te cuento…
Mi clase es 1º C. Es muy guay, con ordenadores, sillas que giran y las mesas están juntas.
Mis compañeros son muy buenos conmigo, aunque cada uno sea a su manera y ni te hablen, pero a mí me caen muy bien todos.
La verdad es que he hecho muchos amigos como son: Cinta, que es una de mis mejores amigas; Ana y Estefanía, que son dos amigas de verdad; María, Rocío, Adrián, Juan Bautista, Rafael, Conchi, Clarines,… Es que son tantos… Gracias a ellos nunca estoy triste, y la verdad es que no tengo envidia de nadie, porque mis amigos son lo mejor.
Mi tutora es Marina. El día que yo la vi (el día que nos presentaron a todos los maestros) me quedé por dentro con la intriga de conocerla, pero lo que hizo el destino, ella es mi tutora y ahora se me ha quitado la intriga, sé lo buena que es y la verdad es lo que yo pensaba, ah, y una cosa, esto no va para hacer la pelota, ¿eh?
También otros de mis maestros son: Teo, Tino, Damián, Pedro, Sebi, Inma, Beatriz, María Otero, Manuel, y otros que no me dan clase pero los conozco, la verdad… son todos maravillosos y les doy gracias a todos por enseñarme y hacerme pasar buenos ratos.


Rocío Martín Minchón. 1º ESO C



2.
Había terminado ya 6º de Primaria, me tocaba ir al instituto. Como dice mi madre: “Te toca ir al colegio de los grandes”.
Yo aún no me sentía muy segura,… porque son nuevos amigos, nuevos profesores, nuevo centro, más asignaturas,…
Era 15 de septiembre, me levanté, me duché y salí a la calle. Cuando llegué a mi nuevo instituto estaban mis amigas y amigos en la puerta.
Me acerqué a ellas y les dije: - Hola, ¿estáis tan nerviosas como yo?
Ellas me contestaron muy contentas.
Entramos y nos presentaron a los profesores, al jefe de estudios, etc…
Luego nos llevaron adonde estaba nuestra clase. Cuando estábamos en la clase, Marina, que es nuestra tutora, se presentó y nos dio el horario.
El patio es muy grande comparado con el de Primaria. Mi clase es grandecita, tiene mesas con ordenadores, sillas que giran y también hay taquillas.
Todos los de mi clase son muy majos y nos llevamos bien.
No fue tan mal, fue un día divertido, ya que había pasado a otro nivel y tenía nuevos amigos.


María Palacios Camacho. 1º ESO C


3.
Empezamos el 15 de septiembre. Cuando entré me encontré con mis amigos mirando la lista. A los dos amigos que tengo desde los tres años les tocó en clases diferentes. Yo me puse muy triste, ya que mis amigos no estaban: me iba a aburrir, pero, de momento, me estoy divirtiendo mucho.
El instituto es muy grande con muchas aulas y servicios, también tenemos un pabellón y están construyendo una piscina cubierta.
Mi clase es grande y los compañeros son buenos conmigo. Son todos amigos, me llevo muy bien con ellos.
Los maestros son: Seby, Beatriz, Marina, Manuel, Teo, Damián, Tino, Pedro e Inma. Hay más, lo que pasa es que yo he dicho los que me dan clase. Los maestros son buenos, nos divertimos mucho y nos enseñan muy bien.


Julián Díaz Pozo. 1º ESO C



4.
El primer día fue el 15 de septiembre, la presentación. Nos prestaron a nuestros nuevos compañeros de clase y a nuestros profesores.
El edificio es de color blanco, grande, con dos plantas, y mi clase es muy bonita, con ordenadores, una pizarra, etc.
Creo que el colegio era más fácil, aquí con lo más mínimo te ponen un parte, pero yo intento no enfadar al maestro o maestra que está en clase.
Mis compañeros son muy buenos, aunque unos más y otros menos. Me han tocado, de mi colegio, tres niños más. No me ha tocado con ninguna niña, pero yo me conformo, porque en el recreo nos podemos ver, y al instituto se viene a estudiar.
Me gustan mucho los profesores que me han tocado, aunque unos más y otros menos. Hay algunos profesores que no me dan clase, pero por lo que cuenta la gente son también muy buenos.
En Lengua me da Marina, es muy buena persona, sobre todo con sus alumnos. En Sociales me da Teo, no lo he tratado, pero por lo poco que lo conozco me ha gustado. En Matemáticas me da Julia, es muy gritona, pero solo cuando nos portamos mal. En Música me da Damián: me encanta, porque se porta muy bien. En Inglés tengo a Beatriz: es muy buena profesora, pero se cabrea cuando nos portamos mal. La Plástica me la da Pablo Vega, que es un maestro muy gritón porque nos portamos mal. La Gimnasia me la da Manolo: la dan dos profesores y a mí me ha tocado el mejor de todos. En Naturales me da Pedro Barba: él es mi tutor, así que es muy buena persona, por lo menos conmigo. En Francés tengo a Pablo Vega, que también me da Plástica, pero me gusta más en Francés. En Libre Disposición vamos cambiando cada cinco semanas. De momento me ha tocado con Julia. En Tutoría tengo a mi tutor, que es Pedro Barba y la Religión me la da Tino, que es un encanto de persona, además es que me encanta esa asignatura.


Eloísa Carmen Román Márquez 1º ESO A


UN PAÍS IMAGINARIO

1.


“Chuchenu, el país del cielo”


Chuchenu era un pueblo situado en el cielo. Lo que más hay son chuches. Las casas de chuchenu son muy grandes, porque viven familias enteras. Las casas tienen muchos colores, están hechas de chuches y están encima de una nube.
Para llegar a una casa tienes que pasar por un largo camino de chocolate. En ese camino están sembradas muchísimas chucherías, como por ejemplo, chupachups, piruletas, fresitas, platanitos, etc.
En Chuchenu viven más de treinta mil millones de habitantes. A todos les gustan las chuches y también les encanta saltar, porque se llevan todo el día saltando de nube en nube. Todos los habitantes de Chuchenu son muy simpáticos, alegres y cariñosos.
Las calles de Chuchenu son anchas y largas. Cada calle recibe el nombre de una chuchería y en cada calle hay al menos dos tiendas de chuches. En cada tienda hay un botón, que si lo pulsas, viene una nube y te lleva al lugar que quieras. Así son las calles de Chuchenu, llenas de alegría y simpatía.
Los sitios más importantes de Chuchenu son la Plaza del Ayuntamiento y todos los alrededores donde hay tiendas. Hay muchísimos taxis. Los taxis son nubes. Otro sitio importante es la Plaza de la Iglesia. Por último, otra cosa importante es la Calle del Plátano, cuyos dos extremos dan a las dos plazas.
Las normas de Chuchenu son, que no se pueden comer chuches ni lunes ni miércoles ni jueves. Otra de las normas es que no se puede hacer ruido antes de las ocho ni después de la una.


María Clarines Méndez Montero. 1º ESO C



2.


“Clapineto”


Clapineto es un país lleno de música situado en el cielo. Gire usted a la izquierda (lo bueno es que es una sola provincia, o sea, que es muy grande).
Clapineto es muy grande, lo suficientemente grande como para habitar en él un millón de habitantes. Sus calles siempre están adornadas y reciben como nombre un instrumento. Cuando vas andando por las calles te vas encontrando losas de colores, si pulsas la roja saldrá una música que te llegará al corazón, si pulsas la azul saldrá una música que hará más divertidas las Matemáticas y si pulsas la verde vendrá una nube a buscarte y a dejarte en la tienda de chuches.
Las plazas son algo más divertidas, están llenas de farolas y cada una enciende un color (son las casas de las luciérnagas). Sus cafeterías son muy diferentes, hay algunas que son para cenar las “parejitas”, otras para que los niños jueguen y otras para ir tranquilamente a leer el periódico.
Sus parques son de chocolate y cuando te montas en sus cacharros hay una señorita repartiendo juegos para la nintendo ds.
Sus iglesias tienen músicas que transmiten paz. A los santos les tienen puesto un cristal para que cuando miremos transmitan algo más de paz y amor.
Su ayuntamiento tiene diez plantas, en cada una una máquina lleva los papeles (facturas, contratos,…) a sus empresarios y a la hora del almuerzo les lleva la comida.
Sus merenderos están muy bien, tienen mesitas muy pequeñas, pero eso sí, apañadas. La hierba es de color amarillo, esa hierba enriquece los cultivos, que por cierto están buenísimos.
Los centros comerciales no son muy grandes, tienen tiendas de ropa conjuntada y supermercados de comida enlatada, carne fresca y bebidas.
Los platos típicos son tostadas de merengue, flan de regaliz, espaguetis a la musa (espaguetis a la carbonara) y patatas al vinagre.
Sus habitantes son como nosotros, pero con los pelos diferentes, en forma de tecla de piano. Allí visten muy coloridos: los colores que más se llevan son: el amarillo, el rojo, el verde y el naranja. A ellos se les llama (su gentilicio) clapinetes y a su idioma clapenetor, que es igual que el nuestro, aunque cambian dos palabras, son “buenos días”, “bune dos” y “adiós”, “agut”.
Todos tienen una mascota, gomeros (gatos) y pestucheros (perros).
Sus normas:
1.No abusar de nadie.
2.No abusar de las losas eléctricas.
3.Respetarse
4.Respetar todas las cosas de nuestro país.
5.Ir a la escuela los niños hasta dieciséis años como mínimo.
6.Las personas que vengan o vivan en Clapineto tienen que disfrutar al máximo.
7.Pagar cuando compras algo.
Estas normas son básicas en Clapineto. Clapineto está encantado de que la gente lo pase bien en él. Esperamos que le haya gustado.


Un saludo. El alcalde.


Rocío Martín Minchón. 1º ESO C



3.


“Newton, la ciudad de la noche”
Newton es un país mágico, sobrenatural, como quieras llamarlo. Es grande y medieval, tiene varios pozos que esconden tesoros. Tiene un ayuntamiento para consejos vampíricos, una biblioteca de hechizos. Hay muchos vampiros, mejor dicho, todos los habitantes son vampiros, menos los Culoprieto, que son los licántropos que hay en Newton.
Varios habitantes están asustados, los cabecillas que causan el miedo son Agnes Culoprieto y su marido, Thorton Wolf. Los fundadores de Newton, Cornelio Lápida y Leúnter del Solar dicen que no hay de qué preocuparse, pero mienten, solo lo hacen para tranquilizar a las madres y padres. Hay un “mito” que se dice: dicen que Agnes Culoprieto y Cornelio Lápida son hermanas.
En Newton están prohibidas las cruces, aparte de que nadie puede traerlas, nadie se arriesgaría a morir.
La familia Culoprieto ha estado jungando con fuego y ha metido la pata, porque ha devorado a Lena Lápida y han esparcido sus restos por los pozos. Los Lápida quieren vengarse, y si hay alguien que sufre en la historia son Homero Lápida y Vita Culoprieto que dejarán de verse. ¡Es imposible, un vampiro y un licántropo juntos! ¡Dos enemigos históricos!
Volviendo a la historia de Newton, te diré dónde está, aunque jamás lo encontraremos, bueno, solo si eres un verdadero creyente de la magia, ¿lo eres? Pues está en un bosque al norte de Alaska.


Víctor Cardeñas Onieva. 1º ESO A



4.
Cristín era un país donde todo el mundo era de plastilina, y su comida era también de plastilina.
La gente nunca trabajaba, un hombre venía a darles dinero todos los días. Allí no había colegio y todos los días le tocaba a una madre dar clase.
En ese país no se podía fumar y no estaban permitidas las fábricas, y tampoco se podía comprar nadie un coche.
Cristín estaba situado en Mando y nadie iba, porque no es un país que se conozca mucho.
Todos los años en Navidad, solo celebraban Papá Noel, porque decían que los Reyes Magos eran de los españoles y que ellos no creían. Como ellos eran de plastilina, sus regalos también lo eran y siempre se les rompían con facilidad.


Cristina de los Santos de la Rosa. 1º ESO A